La sombra del poder

Hay veces que la tuerca ya está suficientemente firme (6).

Con la mayoría de thrillers me sucede algo que nunca terminaré de entender. ¿Por qué los guionistas siempre creen que un salto mortal con doble pirueta donde te rompes el cuello es mejor que una simple voltereta bien ejecutada de la cual sales airoso?

Y es que este thriller es un magnífico ejemplo de como crear una película con una atmósfera que te atrapa poco a poco, lenta, que se toma su tiempo para plantear cada aspecto de la película, pero que no aburre y consigue que te intereses por la historia. Una historia que mientras se construye va atando cabos de manera lógica y consistente, que conduce al espectador hacia una solución plausible, para, de repente, en los últimos cinco minutos, dar un volantazo y replantear todo el esquema, hacerlo encajar todo con calzador y dejar al espectador tan sorprendido, como desubicado y finalmente, engañado, con una cierta sensación de estafa.

Porque, si bien es cierto que la película y su final no es, ni por asomo, tan rocambolesco como el de "Seduciendo a un extraño" y la película, en líneas generales, está mucho mejor construida que la reciente "Duplicity", lo cierto es que ese último giro final, en mi opinión innecesario, hace que, a ojos del espectador, la película pase de ser un sobrio e inteligente thriller, a un castillo de naipes levantado sobre cimientos resbaladizos.

Y es que hay veces que la tuerca ya está lo suficientemente firme, y darle otra vuelta más, para lo único que sirve es para que reviente la tubería.

Por lo demás, la película lo tenía todo para ser una muy buena película, historia interesante, buenas interpretaciones, guión sobrio, atmósfera atractiva, ritmo adecuado... pero el final, termina por estropear la buena impresión que se va cuajando a lo largo de todo el metraje.

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